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Fray Hugo Silvano Orjuela, O.P., la arquitectura al servicio de la Iglesia

fray Hugo Silvano Orjuela, O.P.
Fotografía
fray Hugo Silvano Orjuela, O.P.

La construcción del Templo Votivo de Nuestra Señora de Chiquinquirá, estuvo a cargo de Fray Hugo Silvano Orjuela, O.P.     

 Fray Hugo Silvano Orjuela, O.P., nació en el vecindario de Chiquinquirá, el 22 de septiembre de 1874. Realizo su profesión religiosa el 25 de marzo de 1893, a la edad de 19 años de edad  y fue ordenado sacerdote el 10 de marzo de 1900. 

Vivió en el actual Convento de San José, la cual para aquel tiempo, era una vieja y destartalada cada en la cual vivían los frailes de aquel entonces, la cual en tiempos ya lejanos fue una fabrica de fósforos, la luz de una celda permanecía invariablemente encendida, desde las 9 de la noche hasta las 2 de la mañana. 

Allí, con el frío incesante de la madrugada de la capital, abrigado con su capa negra y de pie ante su mesa de trabajo que iluminaba una bombilla incandescente; elaboraba sus planos... un viejo arquitecto dominico, en medio de libros, rollos de papel milimetrado, anteproyectos inconclusos, cajas de matemáticas y de acuarelas, reglas de madera, escuadras, lápices, y toda clase de curiosos cachivaches. Con pulso firme y preciso, a pesar de sus 68 años de edad, trabajaba de noche, debido a que en el día, el ruido le impedía calcular y dibujar. Su especialidad era la arquitectura gótica y si estilo preferido, el gótico u ojival. 

Fr. Hugo, fue un buen religioso, inteligente, callado, y bonachón, que sufría intensamente al celebrar la eucaristía, pues durante el canon, sufría un "shock"  nervioso que le impedía pronunciar las palabras de la consagración, demorando largo tiempo, hecho que causaba el susto por parte de los fieles que asistían a participar de sus misas.

Se caracterizaba también por permanecer constantemente con los obreros, dirigiéndolos, vigilándolos y leyéndoles la prensa, con sus correspondientes comentarios mientras estos descansaban de su jornada. 

A pesar de sus años, nunca se sentía en casa y mucho menos una carga para nadie.

Al momento de su fallecimiento, Fr. Acebedo continuó con la obra llevándola a feliz término e inagurandola en octubre de 1959. 

Falleció en el lugar en el cual dedico sus últimos años, esto es la casa de Marly, rodeado de su comunidad el día 14 de noviembre de 1950.  Sus funerales se celebraron en el templo aún inconcluso.

 

 

Sacra

 

Autor:
Fr. Carlos Ortiz Vargas, O.P. / Edito: Juan Pablo González