Fray Juan Suárez O.P. Nace el 6 de septiembre de 1914 en Málaga, profesó en el Convento de Chiquinquirá el 8 de marzo de 1934, ordenado sacerdote en Cuzco, Perú el 1 de enero de 1940, esto debido a que en esta ciudad se funda allí el Estudio Internacional Dominicano, razón por la cual allí adelantó sus estudios concernientes en Filosofía y Teología de igual modo obtuvo el título de lector; por tanto es enviado hacía 1937.
De regreso a Colombia se instaura en Chiquinquirá en 1942, durante su permanencia en la ciudad Mariana, se hizo al cariño de la sociedad y del pueblo que le llamaba cariñosamente "Padre Juanito".
En 1948, es trasladado a Bogotá, para que se hiciere cargo de la construcción del templo Votivo de Nuestra Señora de Chiquinquirá el cual se edificaba en el barrio Marly, en Chapinero y el culto que se adelantaba en la capilla de la Sagrada Familia (Al frente de la Clínica Marly) el cual dependía también de los religiosos.
En la plenitud de su vida con admirable don de gentes: pronto siempre a servir a todo el mundo: accesible a la sociedad del mismo modo que a los pobres; activo para recaudar fondos, ayudado por el no menos diligente Hermano Alberto Gil, y para efectuar los célebres "Bazares" que animaban el barrio y producían centavos, su sencillez campechana que no desdecía de su figura un tanto descuidada, le hiceron el ídolo del barrio. Fr. Juanito le llevaba la idea a sus feligreses pero, en realidad, ellos hacían gustosos lo que él se proponía.
A raíz del trágico 9 de abril de 1948, se crearon en Bogotá, múltiples parroquias, de las cuales una fue Nuestra Señora de Chiquinquirá Siendo Fr. Juanito su primer cura párroco, el 30 de septiembre de 1950. A él le correspondió su organización, abrir despacho parroquial, acondicionar parte del templo, hacer el bautisterio, y construir el atrio.
Posteriormente es trasladado a Bucaramanga en donde lo esperaba otro templo en Construcción, este fue Cristo Rey en el barrio Modelo.
El 21 de junio de 1960, Monseñor Héctor Rueda Hernández, segundo obispo de Bucaramanga. tomaba posesión de la Diócesis. Fr. Juanito asistió a ella, como los demás religiosos de Cristo Rey, y al banquete ofrecido por el clero. De regreso al colegio, como a las 3 de la tarde, encerrado en su habitación es encontrado agonizante por un derrame cerebral y murió al atardecer.
Hoy sus restos se encuentran en el templo de Cristo Rey, templo que él ayudo a edificar.